Las galaxias activas



Se ha intentado analizar la zona central de nuestra galaxia, que se halla oculta detrás de densas nubes de polvo y gas; allí se encuentra un núcleo cuya estructura interna todavía no se ha podido desentrañar satisfactoriamente.

Sin embargo, el estudio de otras galaxias espirales permitió analizar sus núcleos y de ese modo se notaron ciertos fenómenos que ocurren en los mismos.

Los núcleos de las espirales presentan la apariencia de una estrella extremadamente luminosa, a veces tan brillante como toda la galaxia; podría tratarse de un cúmulo gigantesco de estrellas o quizás de una nebulosa gaseosa muy particular. Sin embargo, en ciertas galaxias se producen desde el núcleo expulsiones de gas caliente (en algunos casos son muy intensas); este fenómeno parece descartar que estuvieran constituidos por estrellas. Los conocimientos actuales sugieren que el núcleo de una galaxia espiral es un detalle fundamental en la estructura de la misma, quizás la razón misma de su estructura espiral.

Un hecho observado en ciertas espirales con núcleos más activos que en las espirales normales, es que la cantidad de materia expulsada es verdaderamente enorme: son las denominadas galaxias activas.

Dentro de ese grupo se ubican las Galaxias Seyfert (44). Estas galaxias tienen núcleos muy brillantes y el gas del mismo se encuentra a una T muy elevada; además, la radiación emergente de él es variable.

La variabilidad del brillo del núcleo es un dato importante: si la luminosidad varía notablemente en una semana, la radiación debe provenir de un núcleo cuyo diámetro no debe ser superior a la distancia que recorre la luz en esa semana (su dimensión sería de una semana-luz). Por lo tanto, conociendo el tiempo de variación de la radiación puede inferirse el tamaño de la fuente emisora; parece claro entonces que en ese núcleo existen fuentes de energía extremadamente intensas y relativamente pequeñas.

Otros objetos celestes que presentan ciertas similitudes con las galaxias Seyfert son los quásares: objetos que posiblemente tengan núcleos de características todavía más peculiares que los recién descriptos.




44. Su nombre se debe al astrónomo norteamericano C. Seyfert, quien en 1943 investigó las galaxias que presentaban núcleos de caracter ísticas particulares, distintos a los de las normales.
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